lunes, 28 de septiembre de 2009

Ser humorista es difícil.

El oficio del humorista lo veo como uno de los oficios más difíciles, porque es un continuo reciclaje mezclándose con la actualidad, tiene que estar de buen humor sobre todo en el momento de la actuación, como no lo esté los ojos le delatan y encima pasa de moda. Un claro ejemplo es Manuel Sarría, ex componente del Dúo Sacapuntas, que tras la muerte de su compañero Juan Rosa en sus actuaciones posteriores se le ha notado la tristeza en sus ojos. O como Ángel Garó, que sus problemas personales se reflejaban en los ojos. La cuestión es que es muy difícil separar la vida privada de la profesional en muchas ocasiones. Hay otro humorista, que no quiero dar el nombre, que a mí siempre me ha parecido antipático, por su expresión no verbal, su mirada, etc. Aunque muchas personas siempre se reían con su humor. El caso es que siempre quería representar ser una persona jovial, divertida, extrovertida.

Hace tiempo yo trabajaba de reportera gráfica en un periódico y me tocó cubrir un evento suyo, así que fui como siempre, mi cámara metida en un bolso pequeño para tener una mejor movilidad sin tener que soltar nada. Normalmente cuando llegaba a los sitios me gustaba poder moverme por ese sitio sin que nadie supiera quién soy para poder ver el entorno y sacar partido a mis fotografías. El caso es que lo pude ver rodeado de muchas personas, amigos o conocidos y gente que parecían que trabajaban para él, sólo le escuche un poco y pude ver sus gestos… dejaban mucho que desear. Se podía leer prepotencia, arrogancia, era pedante por todos los poros de su piel. Al rato saque la cámara y su representante se dio cuenta al momento, por lo que se me acerco sonrientemente y me pregunto si pertenecía algún medio. Le dije que sí y al momento se me acerco el humorista, su expresión cambio radicalmente, sonriente, jovial, tan hipócrita como siempre delante de los focos. Puso una pose artificial con una gran sonrisa, entablo una breve conversación y para casa. ¿La cuestión, todos los humoristas son iguales? ¿Eso es lo que hace la edad? ¿El tiempo desgasta tanto? No lo sé, pero es triste llevar una careta todo el día.

3 comentarios:

  1. Lo peor es que hay gente que nunca se quita la careta

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  2. Si pero ver que hay algo peor detrás de ella... arghhhhh

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  3. Lo peor es q ay gente q tiene puesta una careta y asta esa misma persona llega a pensar q esa es su cara real

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